28 de junio de 2012

Un minarete del milenio, en Puán

En Puán, localidad de 5 mil habitantes ubicada a 200 km de Bahía Blanca, se ubica un particular templo-mirador inaugurado en octubre de 2010. Se trata del Millenium, que se alza sobre el Cerro de la Paz.
El monumento fue impulsado representantes de las distintas entidades del quehacer social, religioso, cultural, económico y deportivo del lugar y su objetivo es dejar para la posteridad un vestigio del Gran Jubileo del año 2000 de la era cristiana.


La obra consiste en un minarete de 20 metros de altura –uno por cada siglo cristiano– y 24 metros de diámetro –uno por cada hora del día–, abrazado por dos rampas caracol, una ascendente y otra descendente, que refleja a toda la civilización.


El monumento se construyó en su exterior con piedras rescatadas de Puan, seleccionandas según la ubicación de cada una, en un trabajo artesanal que intenta armonía y naturalidad con el entorno.
"Es un hito abierto y convocante a la espiritualidad y al esparcimiento", se mencionó en 2000.

El diseño permite aproximarse a los alminares o minaretes que acompañan a las mezquitas. Ambos nombres proceden del árabe, en la cual minar significa «faro», porque en siglos pasados era frecuente la colocación de luces para orientar a los viajeros. En árabe la palabra que designa al minarete es مئذنة mi'dhana, es decir, el lugar desde donde se realiza el llamado a la oración diaria. Uno de los más impactantes es el de La Gran Mezquita de Samarra, erigida en el año 848 por el califa abasí Al-Mutawakkil. Tiene una altura de 52 metros y un diámetro en su base de 33 metros, con una escalera que sigue el trazado helicoidal de la obra y que llega desde la plataforma de su punto más alto.


 También evoca la forma de Millenium de Puán las ilustraciones existentes sobre la Torre de Babel, la priemra construcción en altura que, de acuerdo a La Biblia, intentó realizar el hombre. Por entonces toda la Tierra tenía una misma lengua. Los hombres hallaron una llanura en la región de Senaar y se dijeron unos a otros: «Hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego y edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo».Mas Dios al ver la ciudad y la torre dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y hablan una misma lengua. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Así, Yahveh los dispersó sobre la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se la llamó Babel, porque allí confundió el Creador la lengua de todos los habitantes.


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