28 de diciembre de 2010

Casas que se van


Por ahora es un comentario. Pero no sería para nada extraño. Se dice que en los próximos días comenzarían los trabajos para demoler esta tradicional casona de la estratégica esquina de Moreno y Tucumán y dar lugar a un edificio en altura con atractivas visuales hacia la plaza Pellegrini. Se trata de una de las casonas de antes, la de los abuelos, con sus generosos retiros, sus caminos cargados de expectativas y sus olores a barrio. No es parte del patrimonio arquitectónico, en el sentido de estar catalogada y protegida. Pero sin dudas integra la memoria de todos. Una obra que ha cruzado al menos dos siglos y parece ya estar dispuesta a partir.


El Sur

Desde uno de tus patios haber mirado
las antiguas estrellas,
desde el banco de sombra haber mirado
esas luces dispersas
que mi ignorancia no ha aprendido a nombrar
ni a ordenas en constelaciones,
haber sentido el círculo del agua
en el secreto aljibe,
el olor del jazmín y la madreselva,
el silencio del pájaro dormido,
el arco del zaguán, la humedad
esas cosas, acaso, son el poema.

Jorge Luis Borges

19 de diciembre de 2010

El eslabón perdido...


 Hemos publicado en este blog varias historias de las casas terminadas con Fulget, un revestimiento que tuve un auge fenomenal a partir de la década del 50 y que ha dejado numerosísimos modelos en todas las ciudades del país, Bahía Blanca incluida. En el uso del material se impone las posibilidades decorativas que el mismo permitía, por lo cual existen ricos ejemplos de paredes terminadas con atractivas ilustraciones, que van desde una elemental guarda hasta dibujos más complejos, muchos de ellos inspirados en coloridos paisajes. En este caso, el hallazo refiere una casa que no se ha terminado de realizar su frente, debidamente preparado para recibir el Fulget. Por las características del dibujo que aparece sobre una de sus paredeslaterales es claro que su autor es el mismo que otras viviendas terminadas, lo cual nos permite advertir el proceso constructivo previo a la aplicación del particular revestimiento.

El dibujo hecho sobre el revoque grueso, listo para recibir un Fulget que no llegó nunca.
Otro ejemplo encontrado en la ciudad. Posiblemente del mismo autor, terminado

15 de diciembre de 2010

La avenida del doble nombre


En 2005, la avenida Sarmiento, que funciona como calle de Penetración a Bahía Blanca, acaso la más atractiva manera de ingresar a la ciudad, cambió su nombre. Por decisión municipal pasó a llamarse Alberto Pedro Cabrera, en honor a uno de los deportistas más extraordinarios que caminara por estas calles. "Beto" fue elegido el mejor deportista bahiense del siglo XX y falleció de manera inesperada en agosto de 2000, a los 54 años de edad. Fue "El mago", "Mandrake". Un fenómeno del basquet local y nacional, en tiempo de total amateurismo. Por estos días, su gran compañero y rival, Atilio "Lito" Fruet, vigoroso a sus 69 años de edad, comentó que si tuviera que elegir una calle para que llevara su nombre esa sería la avenida Cabrera. ¿Celos?. En absoluto: amor, cariño, respeto. Lito sugirió aprovechar que Cabrera (la avenida) tienen dos carriles de circulación (mano y contramano) y darle su nombre a uno de ellos. "Vas por Fruet y volvés por Cabrera", indicó.

La avenida Alberto P. Cabrera, hoy, vista hacia el centro de Bahía Blanca, marchando por Fruet, mañana.

La idea es precisa, sentida, clara. Acaso no importa demasiado el debate en un país donde en un mismo cuadro urbano conviven Mitre, Sarmiento, Rosas, San Martín, Lavalle y Dorrego. Estos son deportistas locales, nuestros, puros, íntegros. Que pusieron el nombre de Bahía Blanca en lo más alto y la consolidaron como la CAPITAL NACIONAL DEL BASQUETBOL. Habría que hacerlo. Ahora. Tampoco esperar (según indica una Ordenanza) que pasen cinco años de la muerte de Fruet, que además merece vivir trescientos años y más. Para que él lo disfrute, como nos hizo gozar a nosotros con su juego y empuje. Es muy buena idea, es propia, de acá, para los bahienses. "Voy por Cabrera y vuelvo por Fruet". Las buenas ideas no debieran discutirse demasiado.

10 de diciembre de 2010

Algún día, un museo...

Fruet, Cabrera y De Lizaso, una trilogía histórica
A esta altura de la historia deportiva de Bahía Blanca suena poco menos que increíble que la ciudad no disponga de un espacio dedicado al basquet, su deporte emblemático. Desde el propio gobierno municipal se ha alentado, en distintas administraciones, esa inquietud, aunque nunca se dado un paso mínimo para su conformación. No se trata de un museo, en el sentido clásico de la palabra, sino de un espacio que cuente una historia que se escribe día  día. Con fotos, remeras, aros, recortes, recuerdos...Que la Capital Nacional del Basquetbol, como nos conocen en el mundo, no tenga un sitio de encuentro y difusión de ese juego es cuanto menos injusto.
Hace unos días, el club Independiente de Bahía Blanca puso el nombre de Atilio Fruet a su complejo deportiva. En esa entidad se consagró campeón tres veces "Lito", marcando un record seguramente único al ganar de manera consecutiva los torneos de tercera, segunda y primera división.

"Lito" Fruet al colocarse su nombre al complejo deportivo del club Independiente. Lo aplaude el intendente municipal bahiense, Cristian Breitenstein

Entrevistado para la ocasión, Fruet manifestó su idea de que algún día pueda mostrar la camiseta de Alberto Pedro Cabrera, otro grande de esta tierra, con la cual se retiró de las canchas. También mencionó en la ocasión su sueño de que una de las manos de la actual avenida Alberto Pedro Cabrera de Bahía Blanca llevara su nombre para de esa manera, "ir por Cabrera y volver por Fruet" (ver video).



La propuesta de unir en una misma calle a las dos grandes figuras del basquet ya tiene su página en Faccebook y sus primeros adherentes.


Retomando la inquietud de generar un espacio dedicado al deporte de los cestos, seguramente son muchas las voluntades que habría que sumar, pero sin dudas debiera ser parte de una consigna a seguir. Y si se trata de hacerlo con tranquilidad, el 2028, año del Bicentenario, es un faro adecuado. No debería cumplir la ciudad 200 años sin contar con ese lugar.
Un museo de basquet en los Estados Unidos

6 de diciembre de 2010

Mercados de otros tiempos


Hace 50 años, en noviembre de 1960, comenzó la venta de locales comerciales para integrar el Super Mercado Polar, ubicado en Alsina 640, con entradas por calles Alsina y Belgrano. Diseñado por E. Faggi y R. Justiniano, el emprendimiento era financiado, administrado y construido por Polar SA, empresa que llevaba adelante en la ciudad varios proyectos similares conocidos como "Mercados Modelo". El lugar disponía de 44 locales, 30 recostados en todo el perímetro del salón y el resto en una batería central de doble módulo. Los locales se ofrecían para ser ocupados por carnicerías, verdulerías, panaderías, confiterías, lecherías, café al paso, aves y huevos, pescaderías, rotiserías y despensas, entre otros.


De acuerdo al aviso publicitario elaborado por Olympia Publicidad, el Super Mercado Polar abriría el 30 de junio de 1961. El lugar es ocupado por una sucursal de la Cooperativa Obrera. En el medio, todas las historias que deseen aportar sobre el lugar.

La ciudad que ni recordamos

Si bien es habitual pensar que la demolición de viviendas en Bahía Blanca comenzó en la década del 80, la realidad indica que fue a partir...