31 de julio de 2010

El escuela de Oscar Pagano

Nicolás Pagano
Nicolás Pagano ha sido uno de los empresarios constructores claves en la historia edilicia de Bahía Blanca. Se radicó en nuestra ciudad en 1901 y con esfuerzo y dedicación se consolidó como uno de los constructores más eficientes, capaces y profesionales de la región. Su firma aparece en  inmuebles emblemáticos bahienses, como el palacio Municipal (1905-1911), el club Argentino (1910-1912), el ex hotel Sudamericano (1909) y la actual sede de la Sociedad Sportiva (1911).
Ahora rescatamos una singular historia de su vida. Fue cuando Nicolás decidió donar a su ciudad natal, Picerno, en la provincia de Basilicata, Italia, un edificio para que sirviera de escuela primaria. La propuesta fue elevada a ese municipio italiano en 1927, como un reconocimiento de Pagano a su ciudad natal pero, sobre todo, como un homenaje a la memoria de su hijo Oscar, fallecido unos años antes, con apenas 20 años de edad.

Oscar Pagano

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La única condición puesta por Nicolás fue que el inmueble fuera dedicado de manera "perpetua" a la educación y siempre honrando el nombre de Oscar Pagano. La obra, "elegante y sólida", fue construida por la empresa del ingeniero Colagrandi, con la dirección del ingeniero Athos Barchi, con la administración del municipio de Picerno.
La inauguración del edificio fue una verdadera fiesta en este pueblo de entonces 3.500 habitantes, con la presencia de las principales autoridades locales y provinciales, además de un sentido telegrama enviado por Benito Mussolini, principal autoridad del país.
Nicolás Pagano, presente en la ceremonia, leyó un sentido discurso donde destacó su intención de que sirviera para que las generaciones futuras "crezcan sanas, física y moralmente, con un sentimiento noble y elevado".
Las autoridades locales destacaron "su ilustre civismo", que honraba a "la pequeña y la grande Patria".

Escuela Primaria Oscar Pagano, Picerno
La Scuola Elementare Oscar Pagano sigue existiendo en Picerno, ubicada en la Vía I Maggio, funcionando como escuela pública. En una de sus fachadas laterales, una placa menciona a Nicolás Pagano, quien siendo "humilde de origen", y "con la dignidad del trabajo" dejó en alto el nombre de "la Madre Patria".

28 de julio de 2010

"El barrio de los dólares"


En 1992 la firma Macagno Carlos y Mario Oscar SA organizó el primer loteo de un barrio al que bautizó "Palos Verdes". La primera subdivisión comprendió la subasta, sobre un plano de 1970 y por cuenta de la familia Pérez Fontán, de 58 parcelas, organizadas en dos manzanas, ubicadas entre calles Sivori y Leuman, todos lotes de 10 metros de frente. Por entonces la promoción se realizó con el atractivo de estar ubicados a "500 metros de la autopista del aire libre" (por Sarmiento).


La propuesta apuntaba tanto a construir la vivienda de fin de semana como la de carácter permanente, en una zona que exige viviendas con características de barrio Parque y usos recreativos de esparcimiento. La promoción de Macagno era clara en cuanto a los servicios disponibles en el barrio: calles de tierra; cloacas no hay; agua corriente no hay (cañería más próxima en Barrio Parque Patagonia); luz eléctrica no hay (más próxima en la Escuela de Agricultura de la UNS). El precio base del remate de los lotes era de 60 dólares mensuales, en un plazo de hasta 40 mensualidades.

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El nombre de "Palos Verdes" derivó de la decisión de Macagno de señalizar el loteo mediante unos grandes palos a los que pintó precisamente, según explicó Mario Oscar Macagno, de color "verde brasileño". Una curiosidad del nombre adoptado es que muchos interesados que se acercaron en la década del 90 a la inmobiliaria, se referían al barrio como el "barrio de los dólares", en alusión a la expresión "palos verdes".

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Con posterioridad al remate original de 1992, la llegada de los shoppings modificó el funcionamiento de toda la zona, con lo cual el lugar adquirió una dimensión mayor, "impensada", según apunta Macagno, originando distintas subdivisiones de las cuales esa firma no participó.


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FedericoWeyland
Por estos días, Palos Verdes alcanzó una promoción mediática por cuanto los moradores de una manzana, delimitada por calles Alsina, Las Heras, Leuman y Cambaceres, fueron denunciados públicamente por ABSA por estar conectados de manera ilegal al servicio de agua. Algo poco significativo para una ciudad con 10 mil usuarios en estas condiciones a no ser porque uno de los infraccionados fue el licenciado Federico Weyland, director del Instituto Cultural municipal y mano derecha (izquierda en este caso) del intendente municipal, Cristian Breitenstein.


26 de julio de 2010

Segunda vuelta (a comer...)


El modesto cartel da cuenta de la existencia de un lugar clásico de la ciudad, sucesor del Llao Llao, aunque en otra ubicación.

23 de julio de 2010

Cartelería con chocolate

Un paisaje urbano de 1966 permite encontrar algunas sorpresas por demás agradables. El acertijo será simple para muchos memoriosos, imposible de resolver para los más jóvenes. La pregunta es, ¿en qué calle se sacó esta foto?. Suerte.

22 de julio de 2010

El Telereclan y otras pantallas

Norberto Arecco
En 1954 el intendente municipal Norberto Arecco avaló la construcción, en una de las esquinas de la plaza Rivadavia, del aparato publicitario bautizado "Telereclan", el cual contaría con una inédita pantalla vidriada capáz de servir para proyectar publicidades, noticias y hasta películas. La obra sería sostenida por un atrevido arco de hormigón armado y haría las veces de portal de acceso al paso.
Concesionada a una empresa publicitaria, la misma dispondría de dos proyectores alemanes "para ofrecer imagenes a todo color", otro para pasar noticias escritas y un tercero para mostrar fotografías "de particular interés".
El sistema prácticamente no funcionó, salvo para mostrar algunas pocas publicidades gráficas sobre una pantalla que nunca alcanzó el rango prometido.

El Telereclam en 1954, Alsina y Chiclana, Plaza Rivadavia
Con la caida del peronismo en manos de la denominada Revolución Libertadora, siendo ya intendente electo Santiago Bergé Vila, la construcción se convirtió en una especie de símbolo del régimen peronista, y pronto se sumaron las voces para condenarlo. Se lo bautizó, de manera popular, como "Monumento a la Alpargata", mientras que siendo concejales, en 1961, Luis María Esandi y Federico Baeza lo llamaron "Monumento a la nada" inutilidad y "Monumento a la estupidez", respectivamente.
Finalmente, una fría mañana de julio de 1961, obreros municipales pusieron en marcha los flamantes martillos neumáticos adquiridos por el municipio y borraron en pocos días una estructura que, se mencionó, parecía hecha "para toda la eternidad".

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La historia viene a cuento porque por estos días ha aparecido frente a la misma plaza Rivadavia, esta vez en la esquina de Yrigoyen y Zelarrayán, un nuevo "Telereclan", equipado con la tecnología propia del siglo XXI. Una pantalla Led de 2,0 x 4,00 metros, dentro de un marco mayor, proyecta publicidades color, con una adecuada calidad para una pantalla al aire libre.
Se ha instalado sin demasiado espamento y de alguna manera refiere aquel emprendimiento de hace 50 años, cuando ni la tecnología, ni los medios, ni los espíritus parecían preparados para recibirlo.

Pantalla Led, Yrigoyen y Zelarrayán, 2010


Una Joyita, para anónimo
Un comentario en esta entrada hace mención a otra gran pantalla publicitaria, totalmente innovadora y adelantada a su tiempo. Era el Tele Gigante (un plasma, usando el lenguaje de estos tiempos) de ONA publicidad, colocado en la entrada de la disquería AyV Petrosino, frente a la rotonda de la Galerías Plaza. La foto es de 1962.

Pantalla de ONA Publicidad, Galerías Plaza, 1962

18 de julio de 2010

Cambios concesionados

La casona de donado al 200 donde funcionara desde principios del siglo XX la agencia Ford de Pedro Amado Cattáneo ha sido modernizada para seguir funcionando como concesionara de autos, ahora en manos de BMW, la firma Rhein Motor.
El resultado ha sido la desaparición del frente de líneas neoclásicas, con sus cuatro columnas de capiteles jónicos, su arquitrabe de tres platabandas y la cornisa lineal que reemplazaba al típico frontis de remate de los templos griegos. En sus dos extremos, se ubicaban las entradas al edificio, jerarquizadas con frontis menores, triangulares.
La reforma ha generado un nuevo revestimiento integral del frente, con placas de aluminio, que ha borrado su lenguaje original y, por su línea de frente, se supone que le ha costado la demolición. cuanto menos, a los mencionados frontis extremos. Es el precio del progreso, dirán algunos. Es la nueva ciudad que va borrando la primera.
Columnas Jónicas originales

17 de julio de 2010

Casillas art déco (Miami)

Siguiendo la línea de los kioscos Barco de Bahía Blanca (1939), podemos realizar una comparación con un particular equipamiento realizado en la década del 30 en las playas de Miami, siguiendo el estilo art déco que esa ciudad norteamericana abrazó para sintetizar su propuesta de diversión, entretenimiento y descanso.

Las casillas de los guardavidas en las playas son un modelo estupendo que puede emparentarse rápidamente con las obras bahienses.

16 de julio de 2010

Todo tiempo pasado...¿fue mejor?

El tema del transporte urbano en Bahía viene dando que hablar desde que el municipio decidió reorganizar el sistema mediante un llamado a licitación que derivó en la adjudicación de las 16 líneas existentes a dos empresas: el grupo Plaza-Mayo y el histórico (y local) Rastreador Fournier, a principios de 2009. Desde entonces todas parecen ser quejas y protestas, ante las quejas de los usuarios por los incumplimientos de las frecuencias y las constantes roturas de los coches de plaza. El tema es amplio, polémico y sufre uno de los peores males: la politización, donde distintos sectores políticos discuten el sistema porque de alguna manera representa a la actual administración municipal y su fracaso sería de alguna manera un golpe importante para una gestión que se ha consolidado en el tiempo. Como sea, muchos se plantean si el anterior esquema formado por todas empresas locales era realmente más eficiente y si el cambio significó un avance en la materia.


Antes de la llegada de los "500", por disposición provincial.

"La Bahiense", bien local.

Empresa "Coronel Ramón Estomba", el nombre del fundador.
Micro Sur, otra que se marchó.

Compañía General San Martín: la 502. Dicen que funcionaba como ninguna otra jamás.

La 517, una de las primeras en ser reemplazadas por las "modernosas" unidades de Plaza
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La frase "todo tiempo pasado fue mejor" parece como propicia para esta cuestión, al menos para muchos que critican al actual sistema. La cuestión da pie para saber de donde viene tan remanida frase. Muchos la atribuyen al poeta Jorge Manrique (1440-1479), que en plena edad medio escribió las Coplas por la muerte de su padre, cuyo primer parte dice:

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Sin embargo, casi por casualidad, y husmeando la Biblia buscando alguna frase para una nota de ocasión, encontré este significativo versículo en el Antiguo Testamento:

Nunca digas: ¿Qué es la causa que los tiempos pasados fueron mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría… Eclesiastés, 7 v.10

Como puede verse, la cuestión de creer que todo lo pasado fue mejor viene desde el inicio de los tiempos. Por eso, y para justificar esta entrada de la ciudad perdida. unas fotos de otros tiempos, de ómnibus y empresas que son parte de ese pasado.

El presente, La Fournier y Plaza.

Las esperas, las frecuencias...

14 de julio de 2010

El barco de El Siglo

Siguiendo con la presentación de atractivos edificios art déco resueltos en esquina, con la impronta propia de los barcos, podemos admirar este maravilloso edificio en la esquina de calles O'Higgins y Saavedra, diseñado en 1936 por Enrique Cabré Moré y construido por la empresa de Pedro Cabré para alojar la tienda El Siglo.


 Los detalles propios del estilo art déco se advierten en los remates planos del edificio, en los delicados escalonamientos en la parte inferior de los balcones y en la aparición de barandas metálicas con decidida impronta geométrica. Una obra que maravilla desde su sencillez y que se acerca también a ciertas propuestas del movimiento moderno, en atractiva conjunción



El chaflán se redondea con esquema de proa de barco, rasgo aerodinámico típico del art decó que se inspiraba en los transatlánticos, medio de transporte que entonces vivía su edad de oro y que representaba el colmo de la modernidad.

11 de julio de 2010

Barcos Urbanos

La idea de tomar a los barcos como modelo por excelencia de diseño la manifestó Le Corbusier en varios de sus escritos, fascinado por esa obra utilitaria, sincera, cuya forma surge exclusivamente de su función.

La cabina de este barco ilustra el modelo adoptado para los kioscos bahienses.

Los camarotes, las ventanas, las cabinas de manejo. Pero fueron los arquitectos del art déco quienes mejor tomaron esa inspiración marina al plantear imponentes edificios en esquina inspirados en los fabulosos trasatlánticos que en la década del 30 maravillaban al mundo. Una mínima introducción para compartir una de las maravillas que cuenta Bahía Blanca, como parte de un singular y acotado equipamiento urbano. Se trata de los denominados "kioscos barco", que se distribuyen por distintos puntos de la ciudad. Fueron diseñados en 1939 desde la Dirección de Obras Públicas municipal, como unos "pequeños establecimientos callejeros" destinados a reemplazar a otros kioscos que la comuna había colocado a principios del siglo, unos atractivos kioscos de chapa que se habían vuelto "antiestéticos armatostes".


Kiosco en la avenida Colón y Chiclana, el que se propuso demoler.

Así fue que el art déco fue el estilo elegido, y las cabinas de los pequeños buques de pesca o usos menores se convirtieron en el modelo elegido para dar forma a estos kioscos. Ignorados por muchos, en 1992 el municipio los incluyó en el inventario del patrimonio arquitectónico y urbano bahiense. Unos años después "salieron del anonimato" cuando el arquitecto Jorge Gazzaneo, que dirigió los trabajos de puesta en valor del ex banco Español del Río de La Plata en Bahía Blanca (actual sede de la Bolsa de Coemrcio local), sugirió demoler el ubicado en la vereda de ese edificio para favorecer las visuales al inmueble. Se generó entonces un debate para evitar esa demolición y así los kioscos barcos volvieron a la escena.


El ubicado en la plaza de Villa Mitre, con los colores característico del club barrial.

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La construcción: el art déco se evidencia en las líneas del diseño, en las formas de las ventanas y en la cubierta plana. La obra completa está realizada en hormigón armado y fue ejecutada por la empresa de Juan Taverna, que cotizó cada kiosco en 1.249 pesos de la época. Fueron terminados luego de seis meses de trabajo y se distribuyeron en Colón y Vieytes, dos en la plaza Rivadavia (uno demolido), uno en la vereda del bacno Español, uno en la plaza de Villa Mitre, uno en la avenida Cerri (en el acceso a la estación de trenes), uno en la plaza 9 de Julio (actual plaza Brown), uno en Ingeniero White (demolido) y uno en Punta Alta (demolido).

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En la actualidad solo dos de esas obras están desocupadas (plaza Brown y Estación Sud), mientras que las restantes funcionan con su destino original (kioscos), a excepción de uno que está destinado a la venta de tarjetas de boletos para el transporte urbano de pasajeros.
Son parte de un bien patrimonial, un particular equipamiento edilicio que enriquece sin dudas la ciudad y merece la debida atención en cuanto a su cuidado, preservación y mantenimiento. No son además elementos individuales, sino que su valor se potencia al asumirlo como un conjunto.

El kiosco de Alsina y San Martín, uno de los dos construidos en la plaza Rivadavia que fue demolido.

9 de julio de 2010

Karl Norman: un alemán en la bahía

Arquitecto nacido en Hannover (Prusia) en 1858, Carlos Nordmann cursó sus estudios de arquitectura en la Escuela Técnica de su ciudad natal entre 1875 y 1879. Llegó a Buenos Aires en 1883, contratado por el Gobierno de la Provincia para la dirección de las obras del Palacio Legislativo de La Plata.
Realizó casas de renta y gran cantidad de residencias familiares, así como hospitales, escuelas, iglesias y numerosos bancos.
Construyó el Teatro Coliseo en 1905, Villa Ombúes, la Compañía de Billetes de Banco y varias obras en la Avenida de Mayo. Ocupó la presidencia de la Sociedad Central de Arquitectos en los años 1910/11. Es autor de obras emblemáticas, como la Estancia La Ventana, en Tornquist, propiedad de Ernesto Tornquist, un castillo de parecido notable al palacio del rey Luis II de Baviera.


Pero acaso una de sus obras emblemáticas es el popular Torreón del Monje, de Mar del Plata, con algo de fortaleza medieval, también encargado a Nordman por Ernesto Tornquist.
En Bahía Blanca, realizó dos obras emblemáticas: la sede del Banco Alemán Trasatlántico, en la esquina de Sarmientoy Estomba (actual sede del Concejo Deliberante) y la Galería Peuser, en calle O’Higgins. Dos obras de principios del siglo XX que han sobrevivido de muy buena manera al paso del tiempo, restauradas y recuperadas para su uso. Falleció en Buenos Aires, en 1918.
Ex Banco Alemán Trasatlántico, 1911
Galería Peuser, 1916

6 de julio de 2010

Postales de otros tiempos: Drago


Primera cuadra de calle Drago, abierta al tránsito vehicular en 1938 y convertida en peatonal en 2008. En la postal, ubicable en la década del 50, se advierte, a la derecha, el cartel del restaurant Llao Llao, un clásico de la ciudad, punto de encuentro de trabajadores, deportistas y universitarios. En la esquina sobre la avenida Colón todavía no apareció el Pizá Roca, edificio de oficinas inaugurado en 1961. La calle es doble mano y sobre el fondo aparecen dos edificios emblemáticos de la ciudad: la sede del club Argentino (edificio declarado Monumento Histórico Nacional) y la que fuera sucursal del banco Hipotecario Nacional.

2 de julio de 2010

Y un día el Diego llegó al teatro

Sin el diario del domingo, los bahienses se preparan para tener su propia fiesta. Hoy se trasladó la estatua del Diego desde el club Ferroviario hasta el frente del teatro Municipal, para que acompañe mañana, sábado, el partido entre Alemania y Argentina. El Diego del 86 al bronce, dirigiendo el equipo 2010.

La ciudad que ni recordamos

Si bien es habitual pensar que la demolición de viviendas en Bahía Blanca comenzó en la década del 80, la realidad indica que fue a partir...